Investigadores de la Universidad de Florda, la Universidad Drexel y la Universidad de Wisconsin trabajaron en conjunto para crear a «Patrick», un trasero robótico que ayuda a los estudiantes de medicina para practicar con exámenes de proctología.

Y Patrick es solo una parte del proyecto. Tiene cuatro sensores, que permiten al programa alertar a su examinado sobre la cantidad de presión que hay que hacerle así como si se está cubriendo totalmente el área de la próstata.

Patrick (se me hace raro llamar a un trasero por su nombre) también ayuda a los estudiantes a practicar interactuando con pacientes que quizás no estén tan abiertos a recibir un examen tan íntimo.

El líder del diseño del trasero robótico, el Dr. Benjamin Lok, comentó que Patrick está programado para ser un poco indeciso sobre el examen, es decir, los estudiantes tienen que hablar con él durante el proceso y explicar por qué es necesario.

«Nuestro objetivo es hacer sentir a los estudiantes más cómodos con estos escenarios mortificantes», explica el Dr.Lok. «No hay suficientes oportunidades para que los estudiantes practiquen, lo que les provoca mucha ansiedad».

Y bueno ahora queda esperar que Patrick y sus valientes cachetes continúen ayudando a hacer el proceso proctológico lo menos doloroso posible. Podremos quedar todos en deuda, algún día, con el trasero robótico.

Tú, ¿qué opinas del trasero robótico? A mí me ha causado bastante gracia aunque es bastante útil pero temo que pueda ser utilizado para otras cosas, las cuales prefiero no decir. Como siempre, los leo por aquí o por Twitter (@AyalaManu).

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