Así como después de la muerte de Michael Jackson su disquera sacó varias nuevas canciones las ideas de Steve Jobs no dejan de sorprendernos hasta el día de hoy, unas semanas después de su muerte.
La idea de Steve se dió en el 2007, pero gracias a desarrolladores, diseñadores gráficos e industriales hoy tenemos un producto mucho más mejorado con la esencia que distingue a todos los productos Apple. Si un iPhone cuesta un ojo de la cara, ni me quiero imaginar vender mi alma por un iMove o iCar es el nombre que le han dado muchos ingenieros a esta gran idea.

Para Jobs los automóviles del mañana están basados en la máxima compatibilidad con otros dispositivos tecnológicos no me extraña que solo se puedan dispositivos Apple y en en que la forma de manejar sea tan fácil o tan automática que el conductor pueda concentrarse más en hacer diferentes cosas, perdiendo así el estrés en el manejar.
El interior estaría equipado de una gran pantalla en 3D que pudiera indicar todo lo que sea necesario y seguro lo que no también al conductor como la posición exacta, una ruta bien marcada en GPS y una seguridad masiva para evitar accidentes de tránsito o hacerlos inútiles frente a un iMove.
También podriamos ver el estado del carro antes de montarnos o desde el centro comercial, desde el baño o cualquier lugar gracias a nuestro smartphone que nos mostraría el estado de las llantas y la gasolina, aunque no creo que la gasolina sea un componente de esta nueva tecnología vehicular.
El iMove se podría estacionar por el mismo, conducirse con tan solo introducir un destino y entretener al conductor hablando a lo más Siri.