Cuando a uno le preguntan: ¿A qué te dedicas? Y uno responde: Freelancer. La otra persona seguramente pensará que uno está cómodo en su casa tirado en un sillón trabajando cuando tiene ganas, sin que nadie le de órdenes, y que es todo color de rosa.
Lo mismo pasa con las madres freelancers, la gente cree que tienen la vida perfecta, cuidando a sus hijos en su casa, trabajando tranquilas y que todo es armonía. Algunos casos puede que sean así, pero la realidad es que a veces no es tan simple como parece, y la siguiente viñeta lo representa de manera muy graciosa.
En este caso representa el caso de una madre freelancer que tiene un hijo y sus malabares para poder tener un segundo libre y trabajar. Para esto recurre a lo que recurrimos todos los que somos padres :P.
Si tienen hijos y trabajan en casa van a entender y seguramente se van a reir un buen rato porque es la total realidad ¿o no?