Una buena fotografía siempre nos espera, ahí está, presente y latente en cualquier rincón, sea de día o sea de noche, por lo que más vale siempre estar preparados. Pero oh sorpresa, no siempre podemos cargar con todo lo necesario para esa foto tan soñada que esperamos casualmente encontrar, o que sea ella quien lo haga.
Al menos, la cámara será lo mínimo que podemos llevar siempre con nosotros, y un trípode/tripie no vendría nada mal. Aunque como suelen ser muy estorbosos, siempre optamos por dejarlo en casa. Pero no se preocupen, que la solución de hoy es más que genial, porque aparte de funcional, resulta risible lo que nos va a costar.
Así pues, les presento al trípode más barato del mundo:
Se trata prácticamente de una cuerda, soga o cualquier material parecido, del cual ambos extremos los ataremos a la correa de nuestra cámara, acto seguido lo colocaremos en el piso y estando parado sobre la soga o cuerda, podremos jalarlo hacia arriba para hacer fuerza, de tal forma que quede estirado.
Lo anterior causará que la cuerda se tense, dando cierto nivel de firmeza, y así, podremos lograr fotografías con menor movimiento que si las hubiésemos tomado a mano, sin ayuda de nuestro modernísimo trípode.
En realidad se trata de una solución más que casera, que prácticamente nos saldrá gratis, a menos de que de plano no encuentren una soga en casa. Pero bueno, para salir de problemas viene bien, ya que podemos cargar con él en el estuche de nuestra cámara, en el coche o incluso en el bolsillo, sin mayor preocupación que, quizá alguien pregunte, ¿Y eso para qué lo traes?
Visto en: Fotogeek