Con esta entrada comienzo una serie de post que tratan sobre preguntas que me he llegado a hacer, en su mayoría curiosas, y que de alguna manera he logrado dar respuesta. La forma en la que me gusta explicar las cosas siempre tiende a ser la más sencilla, y en buena parte coloquial, dejando a un lado terminología científica o avanzada. Sobre todo porque considero que la meta es que se entienda, no que hagamos de esto una tesis doctoral.

Así pues, la primera pregunta del día es la que dicta el título de la entrada: ¿Por qué la arena cambia de color cuando se moja? Aunque de hecho no sólo la arena, prácticamente cualquier cosa que tienda a absorber agua, las telas por ejemplo.
Pero regresando a la arena, seguramente al ir por la playa te habrás dado cuenta que la parte seca tiende a ser de un color más claro, en cambio, la parte donde llegan las olas, la que queda mojada, se vuelve de un color oscuro.
Recordemos que para ver ocupamos de la luz. Y esta se encuentra rebotando de un lado a otro sin control. Estos rebotes son los que llegan a nuestros ojos, donde son interpretados por nuestro cerebro, y con ellos formamos las imágenes (Tal cual una cámara fotográfica, se podría decir).
Teniendo en cuenta lo anterior, imagina pues, que cada cuerpo absorbe algo de luz cuando esta llega a él. Y aquí es donde damos respuesta a la incógnita, ya que:
– Cuando la arena está mojada, el agua que hay en ella provoca que la distancia que puede recorrer la luz dentro de esta sea mayor. Provocando que la luz alcance una mayor profundidad antes de rebotar, por lo que la interacción entre las partículas de la luz y la arena aumenta, y a su vez la absorción del espectro de luz visible. Es decir, la luz de cierta forma queda “atrapada” (Absorción), dentro de la arena, por ende, la cantidad que rebota es menor. Y con ello, la cantidad que llegará a nuestros ojos también lo será. Por eso tiende a verse oscura (Cambio de color).

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Foto por: ricardo_skim4ever